miércoles, 15 de junio de 2016

Amor Putrefacto



Te quiero tanto que me das asco...


Ya te avisé de que lo nuestro sólo era sólo un revolcón para aliviar el calentón.  No me gustas… eres tan flacucho, tan poca cosa, tu culo es tan soso…  y es que desnudo no vales gran cosa. Me pareces insoportable pero cuando llego a casa siempre estás ahí como un perro sumiso fiel y estúpido. Te doy dos huesos y te conformas, tumbado al lado de mi cama con esa mirada tan jodidamente sarnosa, en silencio, atento a mis movimientos mientras chateo en el móvil con gente más interesante que tú, mirándome en silencio a la espera de una caricia condescendiente como premio de consolación. Y me rindo, te meto mano, retuerzo tu lánguido miembro para que grites. Me das bastante asco, pero tienes suerte, eres la carne tibia que tengo más cerca para revolcarme y descargar mis entrañas.  Te lameré, te escupiré con todas mis fuerzas para ver como te desintegras en una masa orgánica lista para tirar a la basura. Disfrutaré viendo como desapareces, sentiré la agradable sensación de tu pérdida, libre de ya no verte nunca más, fantaseando con encontrar un cuerpo nuevo, más deseable, obsceno y putrefacto  que me recuerde a ti.


Texto/ Fotos: Andrés Mauri.

Diversas fotografías de flores naturales y sintéticas en estado de descomposición en lápidas de cementerio en un jodido día de lluvia.

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