Foto: Andrés Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com |
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Hoy es feliz ante el espejo, mientras se
afeita ante el gran espejo del vestuario del gimnasio, envuelto en su gran
toalla blanca a la cintura, se mira a si mismo, orgulloso de los kilos perdidos
tras sus esfuerzos interminables en las sesiones de fitness. Se siente más
ligero, joven e ilusionado con su nuevo aspecto. Inmerso en su vanidad, vuelve
de pronto a la realidad cuando a través del espejo ve a dos jovencitos que le
señalan con el dedo mientras con su risa burlona exclaman: - ¡Cuidado con el
hombre lobo!...
Está muy harto de este tipo de comentarios,
desde su adolescencia siempre ha tenido un espeso vello por todo su cuerpo, por
unos instantes siente el rubor de la vergüenza pero pronto se disipa hacia una
sensación de orgullo. ¡Sí!, soy muy peludo, mi cuerpo está totalmente cubierto
de pelo, pero no soy un licántropo… Soy un oso. Un tierno osito que le gusta retozar con otros
dulces ositos para que le besen su suave
y frondosa barriguita peluda.
Fotos/Texto: Andrés Mauri.
Foto: Andrés Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com |